sábado, 22 de diciembre de 2012

Piruletas de plátano y chocolate y un premio sorpresa

Prometí que no dejaría terminar el 2012 sin antes haber hecho una entrada más con receta, así que aquí estoy, antes de marcharme de vacaciones.

Antes de nada, quería contaros una cosa. Resulta que, trasteando por la web, no sé cómo, llegué a votar una de las recetas divertidas de la marca Isabel y ayer llegó una caja con un lote de productos!!! Pero cómo así? A mí? En serio que es para mí? No os habéis equivocado? Jolín, estoy más contenta que si me hubiera tocado uno de los lotes dulces que se sortean por Facebook!!!! Gracias, señora Isabel, miles de gracias! Prometo hacer las recetas divertidas muy pronto!! Qué contenta estoy!!



Pues la receta que quiero proponer hoy es súper sencilla pero está la mar de rica. Además, puede servir para pasar una muy buena tarde haciendo actividades culinarias con los niños. Está genial, la propuse para la convivencia que tuvimos ayer y nos lo pasamos pipa. Antes de ponernos a preparar la cena, teníamos una actividad, como en todas las convivencias, verdad? La nuestra consistió en una taller de risoterapia que dirigí yo!!!! Jo, gracias, gracias por con confiar en mí!!! Me ha encantado!!! Mira que tenía miedo por presentar este taller a adolescentes. Pensaba que me mandarían al garete... por no decir a la mierda, vamos. Pero no, la verdad es que participaron todos y fueron capaces de implicarse, quitándose los miedos y dejando vergüenzas atrás. ¡Ole, ole y ole!!! Después, lógicamente, había hambre, así que nos dividimos para hacer la cena. De primero teníamos pizza, que quedaron riquísimas. Qué buenas combinaciones de ingredientes y qué llenas de todo estaban. ¡Nos pusimos morados! 

El otro grupo, nos pusimos a preparar el postre, es decir, las piruletas de plátano. Los chicos se lo pasaron genial. Que si derrite el chocolate, que si me como un poco, que si te pinto la cara de chocolate... vamos, que la diversión y el pringue están asegurados!

PIRULETAS DE PLÁTANO Y CHOCOLATE

Ingredientes

 - Plátanos (tantos como personas haya... en realidad un plátano da para dos personas, pero seguro que vais a repetir...)
- Chocolate de cobertura (1 tableta da para 10 pax.)
- Leche para derretir el chocolate (hay gente que prefiere echar nata, pero para mí tiene demasiada grasa). Para una tableta bastaría con 200 ml de leche. Si veis que queda muy denso, añadiríamos un poco más.
- Sprinkles o confetti alimenticio de colores y formas diferentes
- Palillos de brocheta o de helado
- Algo para pinchar las piruletas para que se sequen de pie


Preparación
Es tan sencillo como poner en un bol apto para microondas el chocolate en trozos con la leche o la nata. Lo metemos en el microondas y calentamos hasta derretir. Al principio es importante ir de 10 segundos en 10 segundos para que no se queme el chocolate.

Mientras derretimos el chocolate, pelamos los plátanos (lógicamente...) y los cortamos por la mitad, transversalmente. Los pinchamos con un palillo de brocheta y reservamos.

Cuando el chocolate esté derretido, mojamos el plátano en el chocolate y le ponemos por encima el confetti de colores para decorar. Cuando lo tengamos, lo ideal sería tener la espuma de los floristeros para poner los plátanos de pie. Nosotros no teníamos nada, así que directamente los colocamos en la mesa sobre papel de aluminio y los dejamos secar allí mismo. 

Sé que la presentación no es muy elaborada, pero están hechos por unos chavales geniales, con mucho cariño y sobre todo, colaborando entre ellos. Y lo mejor de todo, estaban BUE-NÍ-SI-MOS!!!


martes, 18 de diciembre de 2012

¡¡¡Corre hacia la luz, Caroline!!!



¡¡¡Nooo!!! No me ha pasado nada, sigo vivita y coleando... Es que las prácticas en el colegio ocupan prácticamente toda mi vida y no tengo tiempo ni para comer en condiciones. Al principio me había organizado muy bien, haciéndome la comida el fin de semana para que me durara por lo menos hasta mediados de semana, pero luego me detectaron una neuralgia del trigémino y mi organización propia de un ciudadano alemán o un reloj suizo se fue al garete completamente porque la medicación que estoy tomando es tan fuerte que me deja "baldada" como decimos en Asturias, o destrozaita perdida para los del sur. Vamos, que ando arrastrada allá por donde voy, así que de recetas, pocas. Eso sí... antes de irme al pueblo a festejar con mi familia, pienso llevar a cabo una gran hazaña... Voy a liarme la manta a la cabeza y el mandil a la cintura y voy a hornear tantas galletas que no van a caber en casa, que me voy a tener que salir yo de casa para que las galletas vivan en armonía dentro del piso!!!

La idea es hacer el roscón de Reyes para la gran reunión familiar... pero no sé si voy a ser capaz... por lo menos lo intentaré, como la tentativa fallida de los macarons... ay.. aquello sí que fue un desastre...

¡En fin! Que no me he muerto, que estoy por aquí pululando, y pronto volveré a escribir. Si alguien me ha echado de menos significa que lee mi blog. ¡¡¡Yuju!!!!!!

¡Feliz resto de semana!

domingo, 25 de noviembre de 2012

Tarta de queso y chocolate sin horno

Gente del mundo, tengo que anunciar algo... 
¡¡¡Me voy a Londres de prácticas en un colegio con la St. Mary's University College!!!

Se trata de una beca entre mi universidad y Londres para hacer prácticas en un colegio. Me quedaré con una familia de allá, así que espero poder aprender mucho y mejorar mi inglés. Es una oportunidad perfecta para aprender y ampliar mi curriculum. Todavía estoy que no me lo creo. Ya tengo el billete de avión y la documentación se está tramitando. Así que entre enero y febrero de 2013 voy a estar un poco inoperativa... Espero poder conectarme de vez en cuando, aunque sólo sea para subir alguna foto.

En cuanto al colegio de aquí, estoy aprendiendo un montón de cosas. La verdad es que me va a dar una pena horrible cuando termine las prácticas, pero supongo que podré ir a hacerles alguna visitilla. El día que termine las prácticas será mi cumpleaños, así que tendré que hacer algo. Es tradición que en el cumpleaños de los niños se lleve una bolsa de chuches para repartir a los compañeros en la salida al recreo. ¡Y yo no voy a ser menos! Pero bueno, todavía tengo mucho tiempo para decidir si llevaré galletas, piruletas o caramelos.
Estoy muy contenta, no sólo por eso, sino porque por primera vez, he intentado modificar una receta y hacerla mía. Partiendo de la tarta de queso sin horno, he querido probar a ir un poco más allá y aleeeehoop!!! Una tarta deliciosa, para rechupetearse los dedos.. Qué rica estaba, jolín. Tanto, que a los pocos días la volví a repetir para el cumpleaños de mi hermana mayor. Eso sí, a mi padre le hubiera gustado que el queso tuviera más sabor, así que queda pendiente la tarta de queso azul... a ver qué tal sale...

TARTA DE QUESO Y CHOCOLATE

Ingredientes
Medio paquete de galletas
150 gr. mantequilla reblandecida
1 tarrina queso cremoso
100 gr. azúcar
250 gr. nata de montar
1 sobre y medio de gelatina neutra en polvo
media tableta de chocolate de cobertura
1 pizca de azúcar vainillado
100 ml. de leche
Elaboración
Trituramos bien las galletas y amasamos el polvo resultante con la mantequilla reblandecida. Esto es mejor hacerlo con la mano. Cuando lo tengamos, lo ponemos como base de la tarta en un molde, bien aplastadito y lo metemos a la nevera para que coja consistencia. Tiene que estar por lo menos media hora. Yo tenía un poco de prisa, así que lo metí en el congelador para acortar tiempos.

Mientras la galleta coge consistencia, vamos preparando la crema para la tarta. 
En un cazo, ponemos 100 gramos de nata, la tarrina de queso, el azúcar normal y el vainillado. Removemos bien y calentamos a fuego suave hasta que se haya diluido todo. Añadimos entonces un sobre de gelatina y removemos bien pero no dejamos que hierva y seguimos removiendo para que no se acartone la gelatina. Cuando veamos que coge un poco de consistencia, es decir, que va engordando, apartamos del fuego.

Por otra parte, tenemos que derretir el chocolate con la leche y cuando esté listo, añadimos medio sobre de gelatina y removemos bien. La leche se puede sustituir por nata si se quiere.También se puede añadir más azúcar, para los que les gusta mucho el dulce.

En otro bol, montamos la nata que nos queda. Cuando la tengamos lista, añadimos la mezcla de queso y mezclamos con cuidado, con movimientos envolventes.

Sacamos el molde de la nevera con la base de galletas y vertimos la mezcla de nata con queso. Después, añadimos a chorritos o gotas el chocolate. La idea es que quede como un dálmata. También se podría mezclar todo a la vez pero a mí me gustaba la tarta a manchas, por eso la hice así. 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Panettone ¡¡y viva Italia!!!



El panettone es un dulce tradicional navideño en Italia. Se trata de un de bollo tipo brioche con uvas pasas y fruta confitada, con una forma muy particular, como si fuera una cúpula. Se suele servir en rebanadas verticales, cortando de arriba abajo, como las porciones de una tarta y puede acompañarse con un buen vino dulce, un licor amaro, como se dice en italiano o alguna bebida calentita. 


¿Y de dónde viene ese fenómeno culinario? La primera constancia del panettone documentada es una pintura de Brueghel el Viejo del s.XVI y la receta de Bartolomeo Scappi, cocinero personal de los papas y emperadores de los tiempos de Carlos V.

Hay muchas leyendas sobre el origen del panettone. Se cuenta que hacia el año 1490, un joven aristócrata, Ughetto Atellani de Futi se enamoró de la hija de un pastelero milanés y, para demostrarle su amor, se hizo pasar por aprendiz de pastelero en la pastelería del padre. Allí, inventó este dulce con forma de cúpula a base de frutas confitadas y aroma de limón y naranja que pronto se hizo popular entre los milaneses que empezaron a acudir en masa a la pastelería pidiendo el pan de Toni (el aprendiz) y de ahí viene el nombre panettone.

Otra versión cuenta que el panettone nació en la corte de Ludovico el Moro, una Nochebuena de entre finales del s.XV y principios del s.XVI. Se supone que detrás de un copioso banquete vendría un postre a la altura, pero por lo visto, se quemó, así que casi se vuelven todos locos en la cocina. Pero un lavaplatos que se llamaba Antonio que había utilizado las sobras de los ingredientes para elaborar un pan dulce y llevárselo a su familia, decidió que, quizás, se podría utilizar como postre para el banquete. Este pan dulce tuvo tanto éxito que Ludovico pidió ver al artífice, Antonio y en honor a él y su elocuencia, decidió llamarlo Pan de Toni Panettone.

Sea como sea, el panettone ha sufrido numerosas variantes desde entonces (con pasas, piñones, almendras, chocolate, frutas confitadas...) y hoy en día se ha convertido en un dulce tradicional navideño y un regalo perfecto para tales fiestas.

Hace unos días que fue el primer aniversario de este blog al cual le tengo un cariño enorme. Es una responsabilidad que me agrada tener. La verdad es que quería haberlo celebrado por todo lo alto, quizás con un sorteo como hacen últimamente toooooooooodas las blogueras para darse publicidad. Pero es que no me importa si me lee alguien o no. Con saber que Julia, Marta, Silvia, las chicas de extranjeras, mi madre y alguna personilla más me leen, tengo bastante. 



Siguiendo con el aniversario, he decidido celebrarlo preparando las navidades, como empecé el año pasado, a parte de la receta de sushi. Esta vez me he propuesto complicarme la existencia y echar mano de la página del famoso Monstruo de las Galletas para hacer su idea de panettone de chocolate con trozos de chocolate. Antes de nada, decir que a Piero no le ha parecido un panettone en toda regla, seguramente por culpa de las cucharadas de cacao en polvo. Pero la verdad es que estaba divino de la muerte!!! Y digo estaba, porque había hecho cuatro, pero ya nos los hemos ventilado todos... Dios mío... voy a ponerme como una bacaloria!!! (término utilizado en Asturias para decir que me voy a poner gorda, oronda, enorme, rellena, atocinada, cebada, sobrealimentada, voluminosa, fácil de ver...)

En fin, ahí va la súper receta. Si alguien la quiere hacer, decir que es un auténtico coñazo amasar... pero sin duda alguna, repetiré la receta porque estaba de toma panettone y moja!!!

PANETTONE

 
Ingredientes para el prefermento
250 g de harina de fuerza
1 sobre de levadura de panadería
200 ml de agua tibia

Ingredientes para la masa
500 g de harina de fuerza
1 sobre de levadura de panaderí
150 g de azúcar
200 g de mantequilla
2 huevos + 2 yemas
100 ml de leche
Una pizca de sal
2 cucharadas de cacao en polvo
200 gr. de cobertura chocolate 
100 gr. de uvas pasas 

Elaboración
Lo primero es hacer el prefermento, uniendo los ingredientes arriba indicados, unas horas antes, para que pueda fermentar, como la masa de la pizza. 
También se puede hacer un día antes y dejar fermentar en un lugar frío, como hice yo, pero casi que prefiero más en el mismo día.

Pues ya con el prefermento fermentado, hacemos la masa del panettone:
En un bol grande, hacemos una masa con la harina, la levadura, el azúcar, los huevos, las dos yemas, la leche, el cacao y la pizca de sal. Una vez tengamos todo bien unido, añadimos la masa resultante del prefermento y vamos echando la mantequilla reblandecida de poco en poco. Unimos muy bien, de forma que tenga un color homogéneo y hasta que nos quede una masa blandita y elástica. Como se nos va a pegar a los dedos, podemos ir espolvoreando harina. Cuando tengamos la masa lista, añadimos las pasas y el chocolate troceado. Bueno, yo le puse pepitas de chocolate. Después, dejamos fermentar otra vez en un bol engrasado y tapado con papel film transparente.

Cuando haya aumentado de tamaño, ponemos la masa en los moldes para panettone y echamos por encima un trozo de chocolate y algunas pasas, para que la presentación sea bonita. Volvemos a taparlos un poco para que vuelva a aumentar el tamaño. Como yo no tenía, improvisé los cilindros con cartulinas. Me dio para cuatro panettones pequeños pero muy consistentes.

Antes de meterlo al horno, deberíamos pintar con huevo por encima y espolvorear de azúcar, pero a mí, cosa rara de la vida, se me olvidó este paso. De todas formas, salió rico igualmente y la apariencia era también muy bonita, por lo menos para mí.

Bueno, que se mete al horno precalentado a 175º durante unos 40 minutos.

Lo próximo, atención atención, será... Roscón de Reyes!!! A ver si tengo suerte y me sale bien!!!

jueves, 8 de noviembre de 2012

La cadena del bizcocho

      Esta semana he empezado una nueva etapa de mis estudios. ¡Por fin soy becaria! Lo mejor de todo es que he podido elegir el colegio y el tutor, todo gracias al esfuerzo de estos años de estudio y dedicación exclusiva. ;) Es lo que tiene ser empollona... Y por eso, me siento tan orgullosa de haber vuelto al colegio donde estudié cuando era pequeña y con un tutor inmejorable, de esos que opinan que los niños son personas con un gran tesoro por descubrir, de los que saben sacar partido de los gustos e intereses de los niños, que conoce a sus alumnos... Vamos, el más claro ejemplo de cómo, en la teoría, tiene que ser un buen maestro. No, no quiero ser pelota, quizás me mueve la ilusión de los primeros días de prácticas, pero es que es entrar en ese colegio y ver las caras de los niños que me llaman por mi nombre, que me quieren dar besos y contar cosas... que hace que lo vea todo taaaan bonito....!!! ¡¡Me encanta!!! Hay una niña que ha hecho un dibujo con muchos corazones y colores bonitos, y había los nombres de compañeros de clase que quería más y entre esos nombres, en el corazón más grande, ahí estaba el de mi tutor y el mío, ¡¡toma ya!!

      Y encima, la tutora de la clase de al lado me ha dejado una de sus batas de maestra y me siento taaan feliz...!!! snif, snif!! Sólo me falta ponerle mi brochecito de maestra, que se me olvida siempre en casa...

      La vuelta al cole me ha traido muchos recuerdos, como cuando aquella vez que adornamos los pasillos con fotos de nuestro papá y como el mío tenía bigotes muy de cowboy, todos pensaban que yo era mexicana...

      O como aquella vez que iba hacia el portón del colegio caminando, me giré un momento mientras seguía caminando y me tragué una farola...

      O como cuando la profesora de religión me preguntó en qué año había nacido Jesús, me puse muy nerviosa y, después de 5 minutos de bloqueo mental, risas de mis compañeros y gritos de mi profesora que casi se le salían de las cuencas sus ojos inyectados en sangre, conseguí articular un cuatro mil... Uff... Eso sí que me marcó de por vida... ¡¡Y pensar que el otro día la vi, que sigue en el colegio!!!

      Podría estar horas y horas contando anécdotas de la infancia, además de los juegos en el patio, las canciones o las innumerables cadenas de mensajes que nos mandábamos cuando todavía no existía Internet. Aquellas cadenas eran como una sentencia de muerte si no enviabas 12 copias a 12 personas en menos de una semana... Siempre nos quejábamos cuando alguien nos venía con una carta o cuando la recibíamos en el buzón, pero en el fondo, para nosotros, nos algrábamos porque eso significaba que alguien había pensado en nosotros. Es que es verdad, el que no recibía nada, era el marginado de la clase...

      Pues fíjate qué cosas, que después de tanto tiempo y con lo que ha cambiado la vida, he recibido una cadena, pero no de cartas, sino de bizcochos. Es de lo más curiosa, porque lleva un proceso de elaboración, del que se sacan tres vasitos que van a ser regalados a tres personas que queramos. ¿Que queramos? Sí, hombre, que queramos muy mal, porque esto de que te regalen la masa cruda de un bizcocho y que luego tenga que quedarse unos días en la encimera de la cocina fermentando y echándole potingues, no da muy buen rollito que digamos... Pero el caso es que la he continuado y ma-dre-mí-a-que-biz-co-cha-zo-im-pre-sio-nan-te-men-te-bue-ní-si-mo-de-la-muer-te!!!!


      El proceso es muy pesado, pero con paciencia, sale una cosa de agárrate, rica, grande, jugosa, tierna... brrrr!!!! Hombre, lo suyo es recibir la cadena. Cuando te dan un tarrito, te dan un papel con instrucciones por días:

JUEVES: Se vierte el contenido del vaso o del tarro en un recipiente mayor y se añade 1 vaso de azúcar y otro de harina y NO se mezcla.
VIERNES: Se mezcla todo bien con una cuchara.
SÁBADO: NO SE TOCA
DOMINGO:NO SE TOCA
LUNES: Se añade 1 vaso de azúcar, 1 vaso de harina y 1 vaso de leche. NO se mezcla.
MARTES:Se mezcla todo con la cuchara.
MIÉRCOLES: NO SE TOCA
JUEVES: NO SE TOCA
VIERNES: NO SE TOCA
SÁBADO: Se apartan 3 vasos de la mezcla obtenida (masa madre) que se entregarán a 3 personas a las que deseas suerte y salud. Al resto de la masa se le añade:
   - 2 vasos de harina
   - 1 vaso de azúcar o un poco menos
   - 1 vaso de aceite de girasol u oliva
   - 1 vaso de leche
   - 1 vaso de nueces y/o almendras
   - 1 vaso de uvas pasas enharinadas
   - 1 sobre de levadura
   - 2 huevos
   - 1 pizca de sal
   - 1 manzana troceada
   - ralladura de naranja

      Se mezcla todo bien y se mete en el horno bien caliente. Horneamos durante unos 40 minutos a 200ºC.

      Estos días investigaré a ver cómo puedo elaborar el mismo bizcocho sin tener que pasar otra vez por la cadena... Un tarrito ya se lo he encasquetado a mi hermana mayor... a ver a quién le doy los otros...
 



martes, 30 de octubre de 2012

Galletas Express



Qué contenta estoy estos días. No será por los exámenes, porque tengo un estrés encima que no me lo voy a poder quitar ni con veinte masajes seguidos. La semana que viene tengo los exámenes y no sé si sobreviviré... Pero esta tarde tengo que ir al sorteo de las prácticas en colegios y se van a hacer por expedientes académicos. Esperaba estar entre las primeras veinte personas y tenía un poco de miedo por si no pudiera escoger el cole que yo quería. Pero, ¿cuál es mi sorpresa cuando abro el documento de los alumnos por expediente?? 
¡¡Soy la cuarta en elegir!!! ¡¡Estoy tan contenta como si hubiera aprobado una oposición!! ¡¡Ojalá!!

No es la única alegría de la semana. 

Una compañera de clase ha hecho la receta de los muffins de chocolate y le han quedado riquísimos. Lo sé porque ha venido a clase con algunos para probarlos. Madre mía, qué rico tentempié mañanero!! Me hace muchísima ilusión saber que alguien me lee, pero más todavía me emociona que cocinen algunas de las recetas publicadas. Bueno, no son mis recetas, quiero decir, que no las he inventado yo, sino que son recopilaciones de otras fuentes como revistas, blogs, webs, etc. Lo que me ilusiona es que prefieran hacerlo desde mi blog y no desde otro. En definitiva, que confíen en ti. Eso es.

Julia también se animó a hacer con su hija una recetilla, la de las galletas fáciles y por lo visto tuvieron un éxito rotundo. 
Además, otra de mis compañeras de clase me ha pedido la receta de unas galletas riquísimas que hice la semana pasada. Son tan sencillas de hacer que se llaman galletas express!! Eso sí, atención a la pizca de sal. No os paséis con la cantidad, que luego pasa como a Elvira, que va y echa una pizca tal que medio puño!! De todas formas, casi todo se puede arreglar. ¿Cómo saber si te has pasado con la sal? Pues antes de meter al horno, cuando la masa esté bien mezcladita, prueba un poco, que aunque esté cruda no te va a pasar nada, solo es harina y azúcar. De hecho, está batante rica... Y si descubres que te has pasado con la sal, puedes corregirlo añadiendo más ingredientes con la misma medida, aunque eso sí, te van a salir tantas que vas a estar un mes entero comiendo galletas. Aunque también puedes mandármelas y me las como yo... ;) 

Bueno, pues como no va a ser mi compi la única que tenga esa receta tan rica, la voy a compartir con el resto de la humanidad...  

SUPER GALLETAS EXPRESS

Ingredientes
200 gr. harina
100 gr. mantequilla
1 huevo
1 pizca de sal
50 gr. azúcar
1 cuchta. de levadura

Preparación
Mezclamos todos los ingredientes bien. A la nevera 1 hora o no... esta última vez no lo hice... Estiramos con rodillo, le damos formas con el cortapastas y al horno a 200ºC durante unos 10 minutos. Lo del tiempo es muy importante porque arriesgamos que nos quede un churro de galletas más duras que una piedra. Si no queréis que se os salten los empastes, no os paséis de los 10 minutos y después, una vez fuera, las dejáis enfriar sobre una rejilla o algo que permita que pase el aire por la base de la galleta, para que no se siga endureciendo por abajo. Creedme, este último paso es esencial...



Fuente: la receta de la felicidad

viernes, 19 de octubre de 2012

Bizcochazo by Ascen


Ascen es una gran mujer...


Es capaz de alegrarme el día sin prácticamente tener que hacer nada. Sólo me basta una sonrisa suya para sentirme bien. Nos conocemos desde hace ya unos cuantos años, desde que íbamos juntas a Italiano de la Escuela de Idiomas. No me digas en qué momento decidimos que seríamos amigas para siempre, supongo que es una amistad de esas que se construye poquito a poquito en el tiempo. 
Desde que nos conocemos, hemos pasado muchas cosas juntas, el nacimiento de Marquetes, cursos de alemán, exámenes orales de italiano, vueltas en coche por la ciudad quejándonos de lo pesssaaaaaaaada que es la gente, mi boda... todavía nos faltan miles de cosas por pasar juntas... buenas y malas. Te quiero, amiga.


  
Ascen es una gran mujer... 

Y por eso quiero dedicarle hoy esta entrada, una entrada toda suya. Por lo menos puedo dedicarle así el tiempo que no nos podemos dar últimamente por tantas responsabilidades del día a día. Parece mentira que estemos tan cerca y tantas cosas nos separen. Pero la amistad no entiende de barreras y yo te quiero hasta cuando no te puedo ver!!
Hoy te dedico tu entrada, tu receta, tu bizcocho, tu amistad...


Ascen es una gran mujer...


 
BIZCOCHO DE CHOCOLATE BY ASCEN

Ingredientes
1+1/2 vaso de harina
1+1/4 vaso de azúcar
1+1/3 vaso de aceite
1/2 vaso de aceite de oliva
1/2 vaso de cacao en polvo
1 sobre de levadura o los sobrecitos gasificadores del Mercadona
1 cuchta. de sal
1 vaso de leche agria (1 vaso de leche + 1 cuch. de vinagre)
2 huevos
1 pizca de azúcar vainillado
1 toque de pimienta negra

Preparación
Lo mejor de esta receta es que no hace falta mucha elaboración. En realidad, sólo hay que mezclar todos los ingredientes bien y echar la masa en el molde engrasado. Después, se mete al horno precalentado a 185-190º dependiendo del tipo de horno, durante unos 30-45 minutos o, palabras textuales de Ascen, a ojo.

¡Gracias por tu receta, Ascen!












jueves, 11 de octubre de 2012

3.000 visitas y unos macarons...

Dentro de un mes se cumplirá un año desde que publiqué la primera entrada de este blog. Un año ya... madre mía, cómo pasa el tiempo! La idea del blog se me había ocurrido durante el viaje de novios a Estados Unidos, los que me leéis ya lo sabéis. Me había enamorado del mundo de la repostería y había descubierto por las calles de Nueva York un gran abanico de posibilidades. Jamás había tenido delante de mis narices un cupcake y ver tantos juntos, con tantas formas, sabores y colores diferentes hizo que apareciera en mí un irrefrenable deseo por cocinar cosas dulces y ricas. Tampoco había visto los increíbles muffins, las auténticas Cheesecakes neoyorkinas y sus applepies. Hasta el momento, nunca había probado a hacer ni un bizcocho. Personalmente, me considero una buena cocinillas de lo salado, pero lo dulce... todavía era un enigma para mí, por eso, decidí que tenía que empezar a probar y que el resto del mundo lo tenía que saber. No era una idea ambiciosa, quiero decir, que no había creado el blog con la motivación de hacerme famosa ni que nadie me leyera. A veces creo que debería tirar la toalla y dejar de escribir. Estoy segura de que no me leen más de dos personas en todo el mundo y que si no lo contara por Facebook, Twitter o Tuenti, nadie entraría en mi blog. Pero el caso es que no escribo para ser leída; lo hago porque lo necesito de verdad. Cuando era pequeña, escribía todos los días en mi diario. Aunque solo fueran un par de frases, intentaba llevar todas mis ideas al día. Pero tal y como está el mundo de hoy, estas costumbres se han ido perdiendo poco a poco. Bueno, en realidad no es cierto que se haya perdido la idea del diario. Digamos que más bien ha ido evolucionando al blog. Lo que pasa es que ya no interesa tanto escribir sobre el día a día propio, sino que nos hemos ido especializando según nuestros intereses y aficciones. Unos escriben sobre informática, otros sobre moda y otros como yo, sobre cocina. La gran diferencia es que las entradas se hacen cada semana o cada quincena y eso es lo que llevo mal. Me gustaría poder escribir casi cada día, pero de esta forma no se harían tan visibles las entradas y la gente se cansaría de leer. Porque además, hay tantos blogs en la red, hay tanta información disponible e ideas interesantes que no podemos limitarnos a un solo blog. A mí por ejemplo, me gusta visitar ciertos blogs, pero a partir de ellos, voy entrando en otros sugeridos por estos y entro en una espiral de la que me es muy difícil salir... Concretamente ayer, estaba tan ensimismada estudiando recetas y mirando blogs ¡que se me olvidó completamente que tenía que ir a clase! Pero bueno, supongo que la semana que viene podré recuperar las horas perdidas. 

Hoy estoy muy contenta porque he descubierto que ¡ya he recibido más de 3.000 visitas! Yuuuujuuuuuu!!!! Estoy que no me lo creo, casi como si me hubiera tocado la lotería. Hombre, preferiría que me hubiera tocado la lotería, la verdad, pero haber recibido 3.000 visitas tampoco está nada mal. Por lo menos, me levanta un poco la autoestima. Parece una tontería, pero pequeñeces como ésta, aportan una dosis del positivismo tan necesario en el día a día. Quiero agradecérselo a esas poquillas personas que visitan mi blog.

Para celebrar estas 3.000 visitas, he dicidido afrontar un reto: macarons. Sí, sí, parece una cosa simple, pero luego te pones y no lo es tanto, porque batir una mezcla, lo puede hacer todo el mundo; pero que te quede la textura perfecta para hornear un macaron... eso es otra cosa. Además, os recuerdo que soy una experta en lo que a errores en la cocina se refiere, así que cualquier nimiedad para unos muchos puede convertirse en todo un fracaso para mí.

Y efectivamente, fue un fracaso ¡¡total, jajajaja!! Bueno, anda, no vamos a ser tan drásticos. No fue del todo mal si hablamos de sabor, porque estaban riquísimos, pero en cuanto a la forma... ¡madre mía! ¡No podían haber salido peor! Algo habré hecho mal. Seguro que no eché suficiente harina de almendras, no sé. El caso es que creo que seguí bien la receta. Puede ser que no haya tamizado bien la harina o que haya perdido consistencia al mezclar las claras montadas con la harina... no lo sé. De todas formas, como de sabor no han quedado nada mal, he partido en trozos la especie de empanada de macarons que salió y me la llevo a Asturias este fin de semana para tomarlo con el café de la merienda. Creo que a mi mami le va a gustar mucho porque está dulce dulce como le gusta a ella.

La receta de Alma Obregón: 


MACARONS

Ingredientes
200g de azúcar glas
100g de almendras molidas
125g de clara de huevo a temperatura ambiente 
40g de azúcar extrafino o azúcar vainillado





 Preparación
En un bol, mezclamos el azúcar glas con las almendras molidas. Tamizamos y reservamos.

En otro bol, batimos las claras a punto de nieve. Cuando ya estén montadas, añadimos el azúcar extrafino o vainillado y seguimos batiendo. En este punto sería cuando echaríamos colorante si quisiéramos, pero yo no lo hice, por ser la primera vez que probaba la receta. E hice bien...

Echamos la mezcla de almendra y azúcar glas en las claras batidas y mezclamos de forma envolvente de abajo arriba. Se supone que hay que mezclar hasta obtener una textura como de papilla.

Preparamos una bandeja de horno con papel de hornear. Llenamos la manga pastelera con una boquilla redonda número 12 y hacemos circulitos de la pasta en la bandeja. Los circulitos no pueden ser muy grandes. Por lo visto yo me pasé tres pueblos, así salieron como salieron... 



Ya con la masa distribuida en circulitos por la bandeja de horno, los dejamos reposar como 2 horas. Yo los dejé solo una... sí, lo sé. ¡Es que soy muy impaciente! En realidad tienen que estar bien secos, pero bueno.

Horneamos entre 10 y 12 minutos a 160º. Los sacamos y los dejamos enfriar por completo sobre la bandeja del horno. 


Después vendría la parte del relleno, pero como me salieron tan mal, pues ni me molesté en buscar cremitas ricas, así que eso lo dejaré para otro momento. Espero que la próxima vez salgan mejor, por lo menos que no se me desparramen tanto!!

viernes, 5 de octubre de 2012

Bizcocho con chocolate chips y avellanas y las primeras hojas de otoño

Qué pena que se acabe el verano. Sí, es duro reconocer que te estás quedando más blanca que una mozzarella... Con lo bien que estábamos todos en la playita tomando el sol.... ¡¡qué buen color teníamos!! Hemos pasado de los tirantes a la chaquetilla de entretiempo, de las chanclas al zapato cerrado y pronto empezaremos a desempolvar las queridas bufandas, gorros de lana, guantes... ¿no os hace ilusión? 

¡¡A mí sí!! Es de extrañar, viviendo en un sitio tan frío que hasta los pingüinos se comprarían un plumas. Pero a mí me gusta sentir el tacto de la lana, la sensación de calor cuando entras de la calle a una buena cafetería, quedarte con la taza de café calentito entre tus manos sin que sudes la gota gorda... 

El otoño ha llegado...
Eso me trae tantos recuerdos de cuando era pequeña y vivíamos en Oviedo... me acuerdo sobre todo de esta canción. ¿Quién se atreve a cantarla?

El otoño ha llegado,
hace viento y llueve mucho
y los pobres arbolitos
sin hojitas se han quedado.

Los que son de hoja perenne
nunca se quedan pelados.
En cambio, los de caduca...

Parecen un señor calvo
Parecen un señor calvo

Qué bien que todavía recuerdo esta canción, porque en cuanto empiece las prácticas en el cole, seguro que se la voy a enseñar a los niños. 

Pero el otoño no sólo trae recuerdos de épocas pasadas, también trae olores y sabores tan característicos de esta temporada que no podemos evitarlos. Me refiero a las uvas, mandarinas, manzanas, naranjas, calabazas, castañas, avellanas...

Pues resulta que hace unas semanas que mi madre se presentó en casa con una cesta ¡enorme! de avellanas. Pero taaaan exagerada era la cantidad de avellanas que todavía están ahí y no creo que vayan a desaparecer en mucho tiempo. Seguro que alguna se pondrá mala. Así que, pensando pensando, se me ha ocurrido que podía hacer un postre. Es que me había pasado casi todo el día metida en la cama a ver si me recupero de una gripe incipiente que lucha por apoderarse de mi garganta. Tengo que admitir que casi me ha ganado la batalla, pero no me rindo, por eso decidí que había que hacer algo y ¿qué mejor manera de pasar el tiempo que haciendo cositas dulces y ricas?

Entonces, me subí a la cocina y me puse a hacer un bizcocho de rechupetearse los dedos. ¡Toma ya! Me gusta mucho usar los yogures de straciatella del Mercadona. No soy muy de decir marcas, pero es que estos yogures son un escándalo!

Así quedó al final y tenía tan buena pinta que no pudimos esperar a desayunarlo mañana por la mañana. La verdad es que, en calentito, estaba increíblemente bueno. 
¡Madre mía, qué bizcochazo! 
Pues venga, que ya no quiero contar más rollos. 
¡Al lío!

    
BIZCOCHO CON CHOCOLATE CHIPS Y AVELLANAS

Ingredientes
1 yogur straciatella de Hacendado
2 medidas de yogur de azúcar
3 medidas de yogur de harina
1 medida de yogur de aceite de oliva virgen extra
3 huevos
1 sobre de levadura
100 gr. de avellanas, algunas en trozos y enteras*
100 gr. de pepitas de chocolate*

*Es una medida orientativa porque, en realidad, se me olvidó pesarlo ;)

Preparación
En un bol grande, batimos los huevos e incorporamos el azúcar sin dejar de batir. Después, añadimos el yogur y el aceite de oliva y seguimos removiendo bien. 

Por otra parte, mezclamos la harina y la levadura. Yo usé los sobrecitos de glasificante del Mercadona. Esta vez no lo tamicé, porque tenía miedo de que subiera demasiado y se me saliese del molde como siempre. Y menos mal que no lo hice porque subió hasta el mismísimo borde. 

Pues con la harina y la levadura unidas, lo incorporamos a la mezcla anterior y después, añadimos las pepitas de chocolate y las avellanas.

Después, lo echamos en el molde ya preparado para meter directamente al horno precalentado a 180º, durante 30 minutos.

El resultado, un súper bizcocho esponjosísimo, riquísimo, ... ísimo, ísimo!!
Buon Appetito!!